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Eco packaging
En los tiempos que corren, con el creciente interés por generar el mínimo residuo en nuestras cosas, los términos packaging y sostenibilidad pueden ir unidos y generar beneficios para todos. Mientras se avanza en la investigación de materiales biodegradables y compostables, existen una serie de características que un packaging puede cumplir para considerarse eco friendly, y estas son algunas de ellas:
- Hacer posible su reutilización posterior, es decir, cuando termines de utilizar el pack que tienes en la mano, puedas emplearlo en algo útil para ti. Por ejemplo, cuando utilizamos una botella como maceta para una planta. El aprovechamiento es algo muy ecológico que podemos incorporar a lo que consumimos. Podemos ver algunas ideas en este artículo que publicó El Blog Verde.
- Que se puedan rellenar con el mismo producto una vez se termine el contenido. Se produce el envase con la intención de que el consumidor pueda rellenarlo posteriormente, con el ahorro de plástico y de energía que eso supone para la empresa y para el planeta. Algunas grandes marcas como Sanex, Tide y Pantene ya lo están haciendo.
- Hacer posible su transformación a otro producto útil y práctico. Un ejemplo puede ser una bolsa que contiene una camiseta puede ser utilizada como bolsa de la compra porque su material lo permite o una caja de cereales que se convierte en un juego para los niños.
- Soluciones atrevidas como el hecho de que el propio envase sea comestible. En la actualidad empresas europeas están investigando sobre la forma de hacerlo posible. Sin duda es una forma de generar menos residuos. Jaime Ripa lo explica con mucho detalle en este artículo.
- Facilitar su reciclaje final una vez consumido el producto. ¿Cómo? Haciendo fácilmente separables los diferentes materiales que lo componen. Esto lo vemos en algunas marcas de lácteos, que nos permiten separar rápidamente el cartón del plástico. Así lo hace, por ejemplo, la marca ecológica Casa Grande de Xanceda.
Foto: Yogures ecológicos Casa Grande de Xanceda, que permiten separar con facilidad los diferentes materiales para reciclar.
¿Y si le aplicamos un diseño sostenible a ese ECO pack?
Una cosa es el eco packaging, el envase en sí.
Y otra cosa es el diseño sostenible, que incluye la gráfica y la impresión del propio envase y de las etiquetas que lleve aplicadas.
En la suma de ambos está la fuerza que marca la diferencia.
Antes de encontrarnos con el envase final, éste ha pasado por varios niveles de intervención en los cuales también podemos actuar de forma sostenible:
- Tipo de materiales: Evitar los plásticos siempre que haya una alternativa al alcance. Atreverse con los materiales innovadores obtenidos a partir de celulosa, fécula de patata o maíz. Investigar sobre posibilidades biodegradables para nuestro envase. Y si el producto lo permite recurrir a materiales reciclables como el cartón.
- Reducción del material: Me refiero tanto a la cantidad de material empleado, como a la combinación de ellos. Cuantas veces hemos visto productos con envoltorios innecesarios. Y si es posible producir todo el envase con un único material o dos, mucho mejor. Será más cómoda su intervención durante el ciclo del reciclado.
- Cantidad de tintas: Parece una decisión sin importancia, pero afecta al grado de sostenibilidad del envase. Cuando reducimos el número de colores utilizados hacemos que la huella química de la pieza no sea tan impactante para el medio ambiente.
- Huella de carbono a raya: Los envases apilables o fáciles de transportar pueden suponer un ahorro de transporte y de emisiones de CO2 a la atmósfera. Para este punto se tiene en cuenta el proceso completo de producción, así como la cadena de montaje y transporte.
Lo sostenible no acaba aquí
Además del criterio en el envase, en la gráfica, en la producción y en la comercialización, aún podemos completar el ciclo con algún compromiso más:
Si hemos trabajado todo el proceso con transparencia, nuestro marketing también tiene que serlo. El marketing sostenible o verde nos ayuda a realizar los cambios necesarios para alinear nuestra imagen y posicionamiento con esta manera de ver el mundo.
Siempre desde la honestidad con nuestros valores al comunicar, al crear las campañas y al vender. Por supuesto evitando el greenwashing, por respeto al consumidor y a las marcas que sí están siendo sostenibles de forma real.
Como recomendación final, puedes dejarte ayudar por empresas comprometidas que compartan tus valores sostenibles. Cuando necesites un proveedor, sea diseñador, copywriter, marketer, fotógrafo, etc., busca siempre alguien que comparta tus valores medioambientales, es garantía de éxito.
A los profesionales que nos dedicamos al sector ecológico nos entusiasma formar parte de este cambio y sabemos lo que nuestro cliente necesita para crecer y proyectar sus valores.
Con todo esto, parece que el packaging sostenible es una interesante inversión a futuro.
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